El que no se compromete.
Muchos amores de ahora son líquidos (más fugaces y superficiales), frente a los amores sólidos (profundos y a largo plazo).
Frente a las frases típicas de las bodas “en la salud y en la enfermedad” y “hasta que la muerte nos separe”, el amor líquido solo promete “hasta que se acabe el buen rollo y encuentre algo mejor”. El amor liquido se cansa pronto.
En el amor líquido las personas son remplazables. Las parejas sirven para algo (para viajar en compañía, para no estar solo…). El amor de este tipo es experiencia intrascendente que no requiere ninguna responsabilidad. En el amor líquido, las personas son objetos de usar y tirar.
El amor líquido está muy presente en las relaciones que se establecen en las redes sociales. Como hay un catálogo inmenso donde elegir, en cuanto uno se aburre de alguien, hace el ‘ghosting’, esto es, desaparece sin más.
FUENTES
Wikipedia: Amor líquido
RTVE: El «amor líquido», en plena expansión: «Nos tratamos como objetos de consumo»
Gaceta: Amor líquido y los objetos
Texto relacionado con el libro El viejo truco del amor
