Los guerrilleros de jardín actúan de noche. Sus armas son el abono, plantas y agua. Previamente han seleccionado su objetivo. Lugares abandonados en la ciudad donde es posible que crezcan las plantas. No importa que sean lugares públicos o privados. Actúan en silencio y de forma eficaz. Al amanecer del día siguiente, con gran sorpresa de los vecinos, lo que antes era un erial o un sitio sucio, se ha convertido en un jardín con flores.
–
Nadie les ha dado permiso para poner plantas, pero nadie se queja. No han cometido actos vandálicos; no han ensuciado las paredes con grafitis; no han dejado botellas y orines después de haber molestado a los vecinos por la noche. Todo lo contrario, han llenado de color y de vida lo que antes era un lugar triste y feo. Los vecinos suelen estar encantados con estas actuaciones y las mismas autoridades suelen respetar estas actuaciones.
Los guerrilleros de jardín actúan en todo el mundo. La primera guerrillera de jardín fue Liz Christy que en 1973 convirtió un terreno desocupado en pleno Nueva York en un jardín comunitario. Sin embargo, quien dio impulso a las guerrillas de jardín fue Richard Reynolds. En el año 2004, cuando tenía 27 años, se reunió con un grupo de amigos y plantó su primer jardín. Después hizo una página web y su ejemplo fue seguido en todo el mundo.
–
Hay guerrilleros de jardín en los cinco continentes. Basta con visitar la página web de Richard Reynolds o la web «oficial» de los guerrilleros. La guerrilla de jardín es una forma eficaz y sencilla de protestar contra una forma nefasta de entender las ciudades. A menudo no sólo no se tiene en cuenta que la naturaleza es una necesidad, sino también que a los seres humanos les desagradan los desiertos estériles, aunque sean de cemento y asfalto.
Los guerrilleros de jardín españoles se encuentran con dos características especiales a las que no se enfrentan los guerrilleros de otros países. El primero es el clima. El verano en España suele ser muy duro para la supervivencia de las plantas. Hay que estudiar mucho qué tipo de plantas se elige y, posiblemente, prever algún riego durante los meses estivales.
La segunda característica es que parece ser que plantar en lugares abandonados en España, ya sea públicos o privados, es legal. O al menos no es ilegal. Todo hace suponer que hay un vacío en la legislación por la cual poner plantas ornamentales en lugares abandonados no es una actividad punible. Algunos guerrilleros se han molestado en preguntarlo a algunos jueces, y estos han respondido que, en realidad, poner plantas, más que un delito, al beneficiar a la comunidad es una actividad cívica muy recomendable.
De todas maneras, ¿a qué alma retorcida le molestan las plantas? Si algún guerrillero de jardín prevé, no obstante, algún rechazo a su actividad, basta con comunicárselo a su mismo ayuntamiento, a las asociaciones de vecinos o a los mismos propietarios para conseguir su permiso y su complicidad.
En España hay guerrilleros de jardín organizados en Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela y Asturias. Las acciones pueden ser individuales (elige tú mismo el sitio y lánzate a convertirlo en espacio de vida) o en comandos. Si no conoces a nadie en tu entorno que quiera apuntarse, visita la página web y encontrarás muchos guerrilleros en muchas ciudades con ganas de practicar esta divertida y agradable actividad.Estos son los consejos básicos para ser un buen guerrillero de jardín
1. Busca un trozo de terreno abandonado, preferentemente en tu barrio
2. Decide cuidadosamente qué es lo que te gustaría plantar, y si tu decisión tiene sentido. Las plantas resistentes y las flores de crecimiento rápido ofrecen resultados muy buenos al principio
3. En comunidad es más divertido, ¡busca aliados! ¡Habla con amigos y vecin
4. Planta tu jardín. A lo mejor también tienes que llevar un poco de tierra, y en cualquier caso, ¡riega las plantas después de plantarlas!
5. A veces tiene resulta práctico proteger el jardincillo contra los desafíos de la ciudad. Por ejemplo, con una vallita contra los perros o los pies humanos.
¡Cuida tu jardín con amor! Pasa por allí regularmente y riega.