Sí. Los hijos son buenos para el matrimonio y el matrimonio es bueno para los hijos.
A pesar de que, sobre todo al principio, tener hijos implica un aumento de las tareas del hogar, los niños hacen que los matrimonios vayan mejor y tengan menos riesgo de divorcio.
También los hijos viven mejor y reciben una mejor atención cuando la relación de la pareja va bien. Por el contrario, cuando las cosas van mal, los padres acaban tratando peor a sus hijos.
Los hijos cuyos padres permanecen casados tienen más posibilidades de bienestar que los de los padres solteros, divorciados y de los que cohabitan. Tal así que los niños que viven con sus padres consiguen mejores resultados académicos e, incluso, más posibilidades de terminar sus estudios universitarios.
FUENTE
Estudio transcultural de la satisfacción marital en parejas españolas y dominicanas. Esther Domínguez Jové
Texto relacionado con el libro El viejo truco del amor
